Queridos emprendedores y familias empresarias,

Los asuntos en relación a la empresa familiar han estado históricamente marcados por tópicos que, por lo general, no la dejaban bien parada.

Por un lado, hay una corriente de opinión que parece equiparar a la empresa familiar como una pyme mal gestionada. Sin embargo, la realidad no es siempre consistente con esta especulación: el 30% de las empresas Fortune 500 son familiares, el 60% de las empresas más grandes en mercados emergentes (según, McKinsey), las 500 empresas familiares más grandes del mundo acumulan una facturación que las situaría como la tercera economía del planeta superada sólo por China y USA (Índice Global de la Empresa Familiar, Universidad de St. Gallen). Pero además hay incontables estudios que evidencian que las empresas familiares cotizadas crecen en el largo plazo más que sus pares, innovan mejor, son más éticas o más longevas.

También las empresas familiares conviven con otro tópico en relación a la evolución de las generaciones, de modo que está muy interiorizada la creencia de que toda generación posterior al fundador abocará los negocios familiares por el despeñadero. Desde luego no hay razones científicas que avalen esta tesis.

Permítanme utilizar el caso de Inditex, una de las más grandes compañías familiares del planeta, para ilustrar la cuestión. El pasado 1 abril 2022 Inditex inicia una nueva etapa. Marta Ortega, hija del visionario fundador de esta compañía de referencia,  se convirtió  en la tercera presidenta de la historia del gigante textil gallego, sucediendo a Pablo Isla, un reconocidísimo ejecutivo que dejó una gran trayectoria en la compañía. Óscar García Maceiras, ejecutivo no familiar del grupo, fue nombrado entonces consejero delegado. Aquellos cambios generaron muchas dudas en el mercado e incluso hubo quien quiso ver una sombra de injustificable nepotistmo en semejante decisión. En aquel momento el anuncio de este relevo llevó a la cotización a niveles por debajo de los 20 euros. Sin embargo, la semana pasada Inditex hacía públicas las cifras del primer trimestre de 2023 que advierten de un fuerte crecimiento hasta  alcanzar cifras récord. La compañía elevó sus ventas en el primer trimestre del año un 13%, hasta 7.611 millones de euros con todas las líneas logrando una evolución favorable. La empresa destaca que los gastos operativos crecieron un 13%, por debajo del crecimiento de los ingresos. Tras estos resultados Inditex se disparó en bolsa a máximos desde 2017 tras publicar unas cuentas “impresionantes” por encima de 33 euros.

Más allá de los tópicos, mi mensaje para los propietarios de las empresas familiares es que su condición de tal no supone un lastre apriorístico. Con sentido de la responsabilidad se pueden consolidar proyectos empresariales de control familiar que alcancen posicionamientos punteros en sus industrias de referencia, y con un modelo de gestión en el que conviva el interés por la rentabilidad del accionista con un genuino respeto a todos los grupos de interés, con especial foco en el incuestionable compromiso con su gente y con su tierra.

Estas empresas familiares líderes deben ser fuente de inspiración para que las familias empresarias estructuren y organicen su gobierno y gestión. Como hemos visto señalado también en nuestro informe TFAB sobre “Gobernanza de la Mediana y Gran Empresa Familiar”, a medida que las empresas familiares trascienden generaciones se hacen más robustas y competitivas cumpliendo además mejor su rol social de facilitar un crecimiento sostenible e inclusivo.

Hasta pronto. No dejes de esforzarte por ser muy feliz que, al final del día, es lo más importante para ti y los que te rodean.