Antes de profundizar más en el tema de la cohesión familiar, detengámonos ante lo que en realidad significa una familia empresaria. Y para ello, propongo plantearnos algunas cuestiones:

¿Definirías tu familia como Familia Empresaria?

Una familia es empresaria porque en su propia naturaleza está la relación de la familia con la empresa. Esto significa que la empresa es un miembro más del sistema y como tal debemos considerarlo.

De ahí la importancia de cuidar y planificar bien esa relación porque, de no hacerlo, estaríamos avocados sin duda a una falta de entendimiento y por tanto a una mala relación familiar.

De igual forma, la familia ha de desarrollar y entrenar una buena comunicación y gestión de conflictos puesto que son muchos los temas en los que tiene que entenderse y llegar a acuerdos.

¿Cómo influye en tu relación familiar el hecho de compartir empresa?

Nuria Lasheras publicó en 2008 una investigación sobre este tema: “La familia empresaria en la terapia de familia y pareja” que se publicó en la revista especializada “Cuadernos de Terapia Familiar” de STIRPE. Las conclusiones a las que se llegó eran claras:

“La existencia de la empresa familiar en el seno de la familia nutre y retroalimenta aspectos tan importantes de la misma como su historia familiar, la relación entre los miembros de la familia y su sistema de valores”

Por lo tanto, es vital que los miembros de la familia reconozcan este hecho para que también puedan liderar la relación familiar y, en definitiva, para que la relación de la familia con la empresa sea un aspecto que sume en favor de la cohesion y la estabilidad y no al revés.

DOS SISTEMAS DIFERENTES: LA FAMILIA Y LA EMPRESA

¿Cómo funcionan cada uno y cómo se relacionan entre sí?

Cada familia es un sistema al que todos los miembros pertenecen, con unas reglas de funcionamiento y en el que cada uno tenemos un claro rol definido.

Desde que somos pequeños se configura en cada uno de nosotros una función concreta: la de madre, la de padre y la de cada uno de los hermanos según el orden de nacimiento. A ello debemos de sumarle la forma de ser particular de cada uno y la historia familiar; esto es, las vivencias y acontecimientos que van sucediendo en la familia.

Cada familia también tiene un modo de expresarse, de comunicarse. Hay familias en las que se llora con naturalidad, o en las que uno se enfada explosivamente. Otras, en cambio, en las que hay mucha contención emocional y se guardan las cosas para sí, sin manifestar las emociones.

La empresa familiar es, por tanto, un ente vivo dinámico que en ocasiones preexiste a la familia, que tiene sus propios miembros, sus propias reglas de funcionamiento y su particular estilo de comunicación.

Cuando algunos miembros de la familia se incorporan a la empresa, ya sea desde su rol de accionistas, de consejeros o bien como trabajadores, se hace necesaria una adaptación de su relación familiar porque siguen siendo hermanos, pareja o primos, pero ahora son también parte de otro sistema con otras reglas de funcionamiento y en el que tienen que adoptar diferentes roles. Además, entran en juego conceptos que pueden llevar a ciertos enfrentamientos como la jerarquía o las primas por objetivos.

También, algunos aspectos propios de la relación familiar como pueden ser los roles familiares vinculados al orden de cada hermano en la fratría o bien al género, pueden influir en el ámbito laboral.
Por eso es tan importante mantener espacios diferenciados y ser conscientes de que las reglas y objetivos de cada uno de esos espacios son diferentes:

  • Reuniones familiares y cuidado de la relación familiar. Aquí los fines son claros: quererse, apoyarse, cuidarse y divertirse
  • Reuniones empresariales como directivos, como miembros del consejo de administración o como accionistas: cada uno de estos ámbitos tiene un funcionamiento diferente y en ellos pueden estar algunas personas y otras no
  • Reuniones de la familia para hablar sobre la empresa: asamblea o consejo familiar

En definitiva, habrá que velar por que cada uno conozca y tenga bien definido su rol en cada ámbito, las reglas y modos de funcionamiento, y los temas que se deben hablar en cada circunstancia. Incluso el estilo de comunicación deberá cambiar y adaptarse en cada situación, por ejemplo, cuando se trate de un espacio que solo comparta la familia o bien cuando este sea solo empresarial.

¿Qué papel tiene la comunicación en el cuidado de la cohesión familiar?

La comunicación tendrá un papel fundamental.

El concepto de cohesión familiar sobrepasa al de unidad puesto que tiene mucho que ver con una estructura familiar que permita vínculos saludables y fuertes, flexibles y seguros.

El manejo de la comunicación y los conflictos es vital para remar a favor de la cohesión familiar.

Debemos conocer muy bien los cuatro pilares de la comunicación:

  • Asertividad, que es la capacidad para expresar lo que uno piensa sin herir al otro, defendiendo la propia posición sin agresividad
  • Expresión constructiva de sentimientos, que implica compartir los propios para acercarme al otro y no para recriminárselos.
  • La escucha activa, que supone modular la comunicación verbal y no verbal para recibir el mensaje del otro sin pensar en lo que voy a responder.
  • El feedback empático, que significa expresar reconocimiento y valoración hacia el otro.

Y para terminar, nada más práctico que unos tips para la comunicación en una familia empresaria:

  • Trabaja tu propia gestión emocional cuando vayas a plantear un tema importante para ti. El 80% de la comunicación es no verbal, de tal manera que si estás tenso trasladarás tensión.
  • Busca el momento y el lugar apropiado para mantener esa conversación que es importante para ti.
  • Mejor decir las cosas que te han molestado a solas puesto que la otra persona estará más receptiva en privado que si otros están mirando.
  • No utilices el whatsapp más que para mensajes cortos y prácticos. Nunca para hablar sobre algo que te incomoda o es importante para ti.