Queríamos compartir con vosotros unas reflexiones extraídas de la entrevista en COPE Valladolid a Manuel Bermejo con motivo de la presentación de su último libro “La Empresa Familiar: 21 claves para la familia empresaria”. que tuvo lugar el 15 de julio en la bodega de Pago de Carraovejas en Peñafiel junto con Rocio Hervella y Pedro Ruiz.

La pregunta principal que surge durante la entrevista es que hay muchas empresas que no llegan a la segunda generación… ¿qué ocurre?

Manuel compartió con COPE Valladolid algunas de las 21 claves que considera fundamentales para la supervivencia de la empresa familiar. Profundizamos un poco en algunas de las ellas:

Construye un legado / Crea un propósito

Cualquier compañía, independientemente de su origen tiene que luchar por su continuidad, es más este es un pilar fundamental. Pero en el caso de las Familias Empresarias esto va acompañado de un pilar emocional. Por un lado, se es Empresa Familiar, pero no se puede olvidar que también se es Familia Empresaria.

Está comprobado que la vida media de las empresas familiares supera a la de muchas compañías (60 años) pero esto no es algo casual. El componente emocional puede ser tanto un impulsor como un ancla en el reto de sacar la compañía adelante.

Un aspecto clave para esto es que junto con la creación de la empresa hay que ocuparse de la creación de un legado, por ello, aunque a veces nos veamos atrapados en el día a día, debemos saber diferenciar lo urgente de lo importante y cuidar los brotes de lo que algún día esperamos que sea un árbol robusto que acoja a muchos bajo sus ramas.

A los hijos: “Educación y mundo”

A medida que va pasando el tiempo, la familia cada vez es mayor y los miembros de las distintas generaciones deberán ir asumiendo roles en la gestión de la compañía. Desde ocuparse de la dirección ejecutiva a la participación en el consejo o mejorar el impacto social de la compañía. Independientemente de esto, todos serán accionistas y deben ser accionistas responsables.

Para lograr esto es fundamental prepararse, pero hay que saber aprovechar las oportunidades de las nuevas incorporaciones para huir del exceso de endogamia. Una empresa no puede adaptarse al nuevo entorno si no es capaz de ser capaz de analizar con nuevas perspectivas y no ver el mundo únicamente desde el prisma de la empresa familiar. Además, la confluencia de las generaciones veteranas con nuevas generaciones permite abrir la puerta a nuevas vías de negocio. Por eso es clave fomentar el intraemprendimiento y no perder esa esencia emprendedora de los fundadores.

Transfórmate, pero sin perder la esencia

Vivimos en una sociedad totalmente cambiante y nuestra realidad puede variar en cuestión de segundos. El mercado es volátil al igual que lo anterior. Esto hemos podido comprobarlo en todas las crisis que hemos vivido en las últimas décadas pero, por ceñirnos a lo reciente, analicemos la crisis generada por La COVID-19. Ha sido una pandemia mundial, aunque ahora estemos atisbando una vuelta a nuestra realidad. El impacto socio-económico que ha tenido, tiene y tendrá ha sido de una tremenda magnitud. En el último informe que hicimos desde TFAB durante el año 2020 pudimos analizar el impacto que tuvo la primera fase de la pandemia y más del X% de las empresas encuestadas tuvo un descenso en su facturación.

Por otro lado, es muy interesante analizar aquellas que aumentaron su facturación. En muchos casos fue debido al sector al que se dedicaban. Pero incluso, dentro de estos sectores, destacaron aquellas compañías que fueron capaces de transformarse y adaptar su modelo de negocio a esta nueva realidad.

El cuándo aparecerá una crisis es algo que no podemos determinar, pero es necesario que, una vez nos hallemos en esa situación, seamos capaces de adoptar una visión transformadora, reinventar la forma de hacer las cosas. Porque al final es cuestión de supervivencia. Algo tan esencial al ser humano, pero completamente trasladable a las necesidades de una compañía y una realidad inevitable es que es necesario adaptarse para sobrevivir.

Por último Manuel compartió un ejemplo de la contribución de la EF al entorno en el que se desarrolla su negocio. La Ribera del Duero es un excelente ejemplo de la contribución de la empresa familiar. Hasta los años aquí 70 no había nada, y gracias a las EF como Vega Sicilia, Alejandro Fernández, etc. han hecho que hoy sea un lugar de vanguardia, con propuestas de hostelería y enología excepcionales.

Y esto obliga a una doble llamada de atención, por un lado a los EF para que sean extraordinariamente responsables, porque de ellos depende no solo su familia sino sus trabajadores y otros grupos de interés, y a los gobiernos para que las EF puedan crecer y consolidarse.

Si queréis profundizar en estas claves o conocer muchas más os invitamos a leer el libro La Empresa Familiar: 21 claves para la familia empresaria disponible aquí.