Alguna vez te has preguntado, ¿Qué es eso del Consejo de familia? ¿Yo lo necesito en mi empresa? ¿Cómo organizo este órgano? ¿Quién debe de estar en él?

Te lo contamos en este artículo. En España, solamente el 30% tienen estructurado este órgano de gobierno familiar, y por eso creemos que las pequeñas y medianas empresas que son los que generalmente no lo tienen, deben conocer cuáles son las funciones de este órgano y por qué recomendamos que se estructure bien desde la segunda generación.

Una empresa debe crecer en la familia pero también, lógicamente, en la gestión de la empresa para que todos los familiares de las siguientes generaciones, si así se desea, tengan cabida en la compañía, por eso hay una serie de pautas que se deben seguir.

¿Qué es el Consejo de Familia?

Es un órgano de gobierno completamente voluntario, no obligatorio, que se encarga de la  gestión y debate generado sobre todos los aspectos de la familia que tienen una relación directa y un impacto sobre la compañía. Permite generar relaciones familiares unidas y comprometidas en torno a la empresa y persigue promover la continuidad generacional a largo plazo. Su papel es clave, porque los problemas de familia pueden penalizar la actividad, la continuidad y la rentabilidad del proyecto empresarial.

Es el máximo órgano de gobierno en los asuntos de familia y debe ser la herramienta de relación entre ésta, el Consejo de Administración y la Dirección de la empresa.

En su concepción inicial, el Consejo de Familia nació básicamente como un ente cuyo objetivo era proporcionar información de los resultados y la evolución de la empresa/s, especialmente orientado a los integrantes de la familia que no trabajaban en el negocio familiar, y para gestionar la agenda “soft” de la familia empresaria con especial énfasis su actividad filantrópica de la familia. En el fondo, el papel de este órgano estaba marcado por un modelo basado en la poca preparación y actitud que se suponía en los miembros de la familia que no se integraban en la operación del negocio.

¿Cuáles son las funciones del Consejo de Familia en una empresa?

Su objetivo principal es generar un compromiso y unos vínculos emocionales con los valores familiares. Es un instrumento excelente para educar en la cultura de la empresa familiar a los miembros de las distintas generaciones, enseñarles los valores y fortalecer las relaciones familiares de respeto y confianza entre estos miembros.

El consejo debe actuar de forma proactiva gestionando los cambios que se dan en cualquier familia empresaria. Por ejemplo: preparar la sucesión, la entrada de las nuevas generaciones, la salida de la empresa de miembros de la familia, las compras y ventas de acciones, el reparto de los dividendos a los accionistas, etc.

La visión moderna del Consejo de Familia debe evolucionar hacia un espacio de reflexión, diálogo y construcción de una agenda estratégica de la familia. Bajo esas premisas es fácil entender que en las reuniones de muchos consejos de familia se están abordando cuestiones tan críticas para la sostenibilidad en el largo plazo como son: el desarrollo de planes estratégicos de familia, la visión de largo plazo de la empresa familiar, la discusión sobre el modelo de familia empresaria, el modelo de gobernanza, el establecimiento de indicadores para definir políticas de endeudamiento o dividendo, la gestión por valores, los procesos de transición generacional, la gestión de las expectativas de las nuevas generaciones, la formación y desarrollo de las nuevas generaciones para facilitar que actúen como accionistas responsables, ó la estrategia filantrópica de la familia empresaria.

En el caso de que tengas dudas sobre estos temas, siempre es conveniente contar con ayuda profesional para poder encauzar este consejo de familia y el resto de órganos de gobierno necesarios en una compañía para tomar decisiones estratégicas de familia-negocio.

Algunas de las responsabilidades del Consejo de Familia son:

  • La educación y formación a los miembros de la familia para desenvolverse en el sistema de gobierno y conocer cuáles son todos los órganos pertinentes. Así cómo formarse en temas estratégicos interesantes para la compañía.
  • Establecer normas de salida y entrada en la empresa para los miembros de la familia.
  • Facilitar la transparencia de información en el seno de la familia acerca de los aspectos clave y decisiones relevantes del negocio.
  • Crear un plan estratégico familiar que consensue políticas, valores y objetivos familiares en la empresa, así como el rol de cada miembro familiar.
  • Establecer un código de conducta sobre el que se basen las relaciones familiares y empresariales.
  • Definir la estrategia de relevo generacional, cuáles son las habilidades que debe tener el siguiente CEO de la compañía y si ha de ser o no familiar.
  • Estructurar la forma de alcanzar acuerdos, resolución de conflictos y organización de reuniones, así como las habilidades sociales que deben tener los decisores de cada área.

¿Cuándo debo estructurar este consejo?

Nuestro consejo, debido a la experiencia que en TFAB tenemos como consejeros de familias empresarias y expertos en estos temas, consideramos que una compañía debe estructurar sus órganos de gobierno a partir de la segunda generación, momento en el que varios miembros familiares comienzan a tomar parte de la estrategia y deben estar bien formados y responsabilizarse de algunas tareas.

Aunque es cierto que muchas familias solo se plantean la necesidad de crearlo cuando se enfrentan al reto del cambio generacional o cuando ya se encuentran ante situaciones de conflicto. Por eso nosotros siempre decimos que es mejor utilizar medicina preventiva

En definitiva, el Consejo de Familia se debe convertir en un órgano crítico para vertebrar a la familia empresaria. Es cierto, y con esto no pretendo crear confusión en el lector, que algunas familias con el fin de dotar de más fuerza legal al Consejo de Familia han delegado sus funciones en los Consejos de Administración de la sociedad holding de cabecera de los negocios de familia ó en los comités técnicos de los fideicomisos en una fórmula especialmente habitual en Latinoamérica. Pero, como en tantos ámbitos de la vida, lo relevante es el fuero, y no el huevo, de manera que, con independencia de dónde se presencien los debates, lo relevante es que la familia establezca un espacio formalizado para trabajar su agenda.

Si quieres más información al respecto, escribe un correo a bhernandez@tfab.es 

Beatriz Hernández Hernández

Directora Asociada de TFAB