Más allá de la posibilidad que tienen las familias empresarias de contratar asesores y consejeros externos, hay ciertas responsabilidades propias de cada generación, que son indelegables, empezado por el momento en el que les toca asumir el liderazgo.
Ejercer de manera responsable la propiedad y el liderazgo de una compañía implica, abordar múltiples tareas, más allá del día a día. En este sentido, más allá de rodearse de excelentes profesionales como ejecutivos o asesores, las familias empresarias exitosas se ocupan de diferentes ámbitos que son cruciales para su agenda estratégica: el crecimiento de los negocios, la diversificación, el crecimiento internacional, la cohesión familiar, la gestión patrimonial, la reputación, la acción de responsabilidad social…
Sacar adelante un proyecto empresarial/familiar exige hacerse cargo de más cuestiones que las operaciones ordinarias. Es por ello, que, para abordar esta labor con sentido evolutivo, es necesario construir sistemas de gobernanza que generen transparencia y permitan atender los retos de la agenda estratégica de familia, de negocio o de patrimonio.
Hoy en día, es difícil trascender como empresa familiar si no hay un enfoque hacia la transformación y la competitividad. Por otro lado, a los fines de mantener la reputación, es importante contar con acciones filantrópicas de creación de valor tanto para los accionistas como para el conjunto de Stakeholders e impulsar iniciativas públicos-privadas que aborden los desafíos del desarrollo sostenible. Por ultimo y no menos importante, se debe atender a la creación de un patrimonio: remunerar al accionista y consolidar un legado económico como premisa básica de la continuidad de la empresa familiar.
Este último párrafo resume justamente las responsabilidades que tienen los lideres de las empresas familiares, sean de la generación que sean, y las cuales, no pueden eludir ni delegar.
Las familias empresarias necesitan verdaderos líderes que no solo verbalicen pensamientos o teorías, sino que se arremanguen para estudiarlos a fondo y se comprometan a ponerlos en marcha. Liderar es provocar que lo que tenga que pasar definitivamente pase.