Por Nuria Lasheras Mayoral

 

¿Es mejor que sea un Mediador Profesional quien guíe a la familia empresaria en el proceso de elaboración del Plan Estratégico Familiar?

En el corazón de cada empresa familiar no solo residen los valores y la visión del negocio, sino también las relaciones intrincadas que conforman la familia. Cuando se trata de elaborar un programa estratégico familiar, elegir entre un mediador o un asesor que no lo sea es vital. Este artículo explorará el papel del mediador profesional en este proceso y por qué puede ser la opción más conveniente  especialmente cuando se trata de manejar conflictos de comunicación.

 

¿Qué características tiene un Mediador Profesional?

La Ley 5/2012 de Mediación de Asuntos Civiles y Mercantiles, el reglamento y disposiciones adicionales establecen los requisitos formativos y de responsabilidad civil que debe poseer un mediador profesional.

El ministerio de justicia actualiza el Registro de Mediadores e Instituciones de Mediación, dando publicidad al mismo y garantizando el requisito de formación continua establecido.

 

El Rol del Mediador Profesional en la Planificación Estratégica Familiar:

Un mediador profesional es especialista en facilitar la comunicación y negociación entre las partes para encontrar soluciones consensuadas sin dictar un veredicto o imponer decisiones. En el contexto de un programa estratégico familiar, el mediador actúa como un catalizador neutral que ayuda a los miembros de la familia a expresar sus opiniones y preocupaciones de manera constructiva.

Durante la creación de un plan estratégico familiar, es común que surjan tensiones debido a intereses contrapuestos o visiones diferentes para el futuro del negocio. El mediador emplea técnicas de comunicación efectiva para asegurar que todos los miembros de la familia se sientan escuchados y comprendidos, evitando así malentendidos y conflictos.

Los mediadores profesionales son expertos en crear un entorno seguro y confiable donde los miembros de la familia pueden discutir abiertamente sus ideas y preocupaciones. Este enfoque es esencial para abordar temas delicados sin temor a represalias o juicios.

El objetivo principal del mediador es guiar a la familia hacia soluciones en que los intereses de todos los involucrados sean tenidos en cuenta. Esto es particularmente valioso en la planificación estratégica, donde las decisiones tomadas afectarán el futuro del negocio y las relaciones familiares a largo plazo.

El mediador profesional tiene habilidades específicas para manejar conflictos que surgen durante las discusiones estratégicas. Pueden intervenir de manera efectiva para desatascar situaciones tensas y redirigir la conversación hacia objetivos constructivos, algo esencial cuando las emociones están a flor de piel.

En TFAB recomendamos considerar un mediador para navegar por estos procesos delicados y personales, garantizando así que el legado familiar y el éxito empresarial avancen de la mano. Conoce a Nuria Lasheras Mayoral, mediadora, experta en familias empresarias y consejera de empresas familiares desde hace más de 20 años.